martes, 28 de febrero de 2012


Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. 




Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.


 (Jl 2,12-13)

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